En la industria turística contemporánea late la aspiración a la consumación de una doble fantasía colonial: la del descubrimiento y la de la libertad total, sin freno, el poder absoluto –el todo incluido–sobre bienes y vidas, sobre los cuerpos y las tierras vírgenes.
Recurrimos al que podría ser considerado como uniforme del ejército turístico. No el de las diferentes ropas que distinguen al personal de servicio –ujieres, policías, camareros, doncellas, cocineros– sino el que identifica al ocioso por antonomasia: la camisa hawaiana, la Aloha Shirt, como símbolo turístico, insertando en el exuberante fondo floral característico de su estampado escenas recuperadas de las representaciones tradicionales del “encuentro” entre Colón y América, entre el Norte y el Sur, Occidente y Oriente (que aparece como indígena, con frecuencia postrada a sus pies) y siempre subrayando la diferencia de ropajes y actitudes: desnudo versus vestido, erguido versus yacente o arrodillado, enarbolando signos (nacionales: banderas; o utensilios científicos) que remarquen la incuestionable relación de sometimiento del Otro, con frecuencia mujeres, ante el europeo, siempre un varón.
Instalación multimedia
Un proyecto de Elo Vega y Rogelio López Cuenca
Maniquíes, camisas, vídeo digital y 3 canales de vídeo sincrónicos (color, sonido, 50´)
Audio: Río Sánchez y Mariano Ibáñez