La exposición tiene como punto de partida la desaparición de cientos de personas durante la Guerra Civil y el Franquismo en Canarias, centrándose especialmente en la figura del poeta tinerfeño Domingo López Torres.
El mar, los documentos, las fotografías, los poemas, la memoria y los artistas son obstinados, testarudos y tercos. Van dejando trazas, vestigios, huellas y objetos que, ni la larga noche de piedra de la dictadura, ni el paso de los años, ni el salitre marino, consiguen borrar o hacer desaparecer.
Por eso, Eugenio Merino y Miguel G. Morales, con su obra “Monumento a la oscuridad”, pueden seguir el rastro de los lugares infames donde reposan los restos de las víctimas mortales de la represión franquista en Tenerife. Ilustra, como botón de muestra, el triste sumidero de las gentes que fueron asesinadas en la retaguardia durante la guerra civil.
Fragmento del texto escrito por Carlota Álvarez Basso.
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