En 1998, Teresa Correa, realizando un trabajo de documentación fotográfica con restos arqueológicos del Museo Canario, se encuentra ante un cráneo de una mujer de procedencia norteafricana que posee la misma estructura ósea que la suya.
El cráneo 1383, bautizado por la artista grancanaria como “Madre”, será un punto de inflexión fundamental que motivará un proceso personal de investigación antropológica y de reflexión artística que la llevará no sólo a replantearse la mirada única y hegemónica que evalúa y excluye a las mujeres del constructo cultural y social que las rodea, sino también a reformular los conceptos de identidad, tiempo o memoria, en forma de un diálogo que transita visualmente entre la realidad visible (revelada) y la invisible (no revelada).
Exposición Comisariada por Adonay Bermúdez