Iván Vilella nos propone descender a la mítica galería El Aljibe de El Almacén de la mano de un proyecto arriesgado, comprometido e innovador, fundamentado en un discurso crítico en torno al evidente estado de alienación o enajenación intelectual en el que vivimos en la actualidad y configurado como una acción artística que nos invita a pensar sobre la verdad y a reflexionar sobre nosotros mismos.
Busca que despertemos y activemos nuestras conciencias para acabar con el sonambulismo y la anestesia cultural en la que dormimos plácidamente, al menos en apariencia dentro de un mundo dominado por las falsificaciones y la posverdad.
Su discurso artístico, articulado sobre axiomas que analizan el escenario de la creación contemporánea actual como la basura cultural, las falsificaciones, el apropiacionismo, las derivas estéticas o lo ridículo, intenta realizar una interpretación de la compleja y convulsa realidad que nos rodea, utilizando recursos de expresión diferentes como el videoarte, las instalaciones, el collage, la pintura o la ilustración, así como un necesario reencuentro con pensadores como Adorno, Butler, Hipatia de Alejandría, Sartre, Freud, Eco, Nietzsche, Marx, Benjamin, Platón o Foucault, entre otros.
Texto José Ramón Betancort Mesa