Los matices, las texturas y los colores de las maderas desgastadas y rescatadas del mar, conocidas popularmente como jallos, son el contrapunto perfecto que permiten al artista José Suárez configurar una intervención mural adaptada a El Almacén.
El mural va más allá de la belleza plástica de este reutilizado, sufrido y ensalitrado soporte, para mostrarnos una pintura luminosa, vibrante y caracterizada por el interés de colores intensos y la captura de momentos o lugares precisos que se cruzan en su camino, convirtiendo su trabajo en hilo conductor y proceso de creación basado en la exploración creativa, el espíritu crítico y la provocación.