El artista y arquitecto Fernando Miñarro nos propone una muestra plástica, integrada por pintura y esculturas, utilizando un lenguaje geométrico abstracto con un sistema de representación propio con composiciones ligeras y sutiles, que parecen flotar en el espacio como si fueran soportadas por alguna energía oculta en un medio etéreo.
Las piezas irradian una vibración intensa y dinámica, gracias a la superposición espacial controlada de líneas, planos, volúmenes, reflejos, sombras y transparencias que evidencian la transformación de la materia a lo largo del tiempo, dando lugar a nuevas y alegres formas pictóricas.
Actividades complementarias
Inauguración + visita guiada con el artista a la exposición
Viernes 21 febrero 19 h
Visitas guiadas a la exposición a cargo de Estefanía Camejo
Martes 25 febrero 18 h
Sábado 15 marzo 12 h
Martes 25 marzo 18 h
Sábado 5 abril 12 h
Fernando Miñarro. (Madrid, 1988). Tras graduarse en Arquitectura por la Universidad San Pablo CEU de Madrid, realiza un Máster en Laboratorio de fabricación digital. De manera paralela a su trayectoria profesional vinculada a la arquitectura, desarrolla una intensa carrera artística exponiendo en diferentes centros culturales como el “Espacio Cultural El Tanque” de Santa Cruz de Tenerife, la “Casa de los Coroneles” de Fuerteventura. Participa encuentros artísticos como el “PHE Festival”, “Arte Express” del Puerto de la Cruz o “Arte Lateral” de Madrid. También ha mostrado sus proyectos artísticos en las salas de exposiciones del Cabildo de La Gomera y de El Hierro, en la “Sala Sábor” del Ayuntamiento de Gáldar, Casino de Tenerife, la “Casa de Salazar” de Santa Cruz de La Palma, Real Casino de Tenerife o la Sociedad Amigos del País de Tenerife en La Laguna, entre otros espacios culturales. Su trabajo plástico (pintura y escultura) sugiere una metamorfosis de un estado
sintrópico, donde se estratifica una paleta de colores naturales y texturas que bailan juntos en algún lugar metafísico, ubicado entre la realidad y la imaginación. Su obra puede interpretarse, según el artista, como una metáfora de las complejas relaciones sociales de los seres vivos a lo largo del tiempo.